miércoles, 23 de septiembre de 2009

Pérdidas

Cuando se trata de escoger entre dos males se opta por el menor. No es una decisión fácil, le he dado vueltas durante cuatro días. Debo elegir entre vivir el "hoy" al máximo sin importar futuras tristezas o, como en el poker, retirarme a tiempo antes de que las pérdidas sean incalculables.

De cualquier forma duele, pero si le preguntaran al enfermo si considera que perder un dedo es menos malo que la amputación de todo el brazo ni siquiera lo dudaría. En el sentido más práctico, de eso se tratan las relaciones personales, traen consigo muchas cosas buenas pero tarde o temprano acabaremos sufriendo en mayor o menor medida.

No hubo cartas marcadas, siempre supimos quién era quién. El arte de un buen jugador está en saber retirarse a tiempo. Me duele, ya te extraño, haces falta; pero prefiero perder sólo un dedo.

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