Hoy he sido arrollada por una avalancha de ellos. Gratos, locos, dolorosos, graciosos, extraordinarios, obscuros, felices, lejanos, extraños e irrepetibles momentos.
Las personas, los lugares y las circunstancias cambian, pero los recuerdos son permanentes, están suspendidos en una dimensión atemporal como una prueba fehaciente de nuestro paso por este mundo.
Esta vez me han tomado por sorpresa, llegaron sin previo aviso. Por un momento me abstraje del aquí y del ahora para recolocarme en otro tiempo y otro espacio. Yo no los he buscado, me han encontrado.
La memoria es caprichosa, cuando pretendemos recordar pareciera que se esconde y cuando queremos hacerla a un lado, vuelve terca a aparecer.
Peter Pan y su eterno no
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Solamente es decir: sí. Dos letras que cambiarían todo el curso de las
cosas. Una decisión que quizá signifique el mejor cambio o una cruel arma
para aniqu...
Hace 11 años